jueves, 2 de mayo de 2013

2/5/13

2/5/13
 
Querido desconocido:
 
¿Para qué vivimos? ¿Para morir simplemente? Nacemos, morimos y volvemos a nacer. Creo que en realidad nunca llegamos a morir, o quizá solo es una excusa para callar a mis remordimientos.
Aunque actualmente no se si me preocupo por algo real o si todo fue un sueño.
Desperté junto al cuerpo de mi hermano, es como si hubiera estado durmiendo durante más de una semana. Mis músculos estaban tan entumecidos que me costaron unos diez minutos levantarme.
Los cadáveres no están, no hay sangre ni cuchillos, clavos, cristales...nada. Solo lo último que te escribí da testimonio de lo que pasó.
Nate vino ayer y no pude más, se lo conté todo.  Lo bueno es que no salió corriendo, pero nunca podré olvidar la expresión de terror que cruzó su rostro ni la forma en que me miraron sus ojos de esmeralda.
Estoy casi segura de que el verdadero demonio utiliza su voz para confundirme, Nate es inofensivo y siempre (desde que lo conozco) ha estado ahí. O quizá no quiero admitir que sea un Señor de las Tinieblas porque es él único que me queda.
No sabes cuanto extraño a Jake.

martes, 23 de abril de 2013

23/4/13

23/4/13
 
Querido desconocido:
 
Por más que lavo mis manos la sangre sigue ahí.
He matado, no me lo puedo creer. Lo peor de todo es que la voz me aplaude y me incita a volverlo a hacer, y yo obedezco.
No puedo evitarlo. Cuando mato, por un instante, me siento en la cima, como si nada ni nadie pudiera vencerme; como si tomara una especie de éxtasis, solo que los remordimientos son peor que la resaca.
Ya van cuatro más.
El día diecinueve una chica de pelo negro y ojos verdes tuvo la mala suerte de toparse conmigo. ¿Sabes cuánto medía su intestino delgado? Yo lo descubrí mientras ella se retorcía de dolor.
El día veinte un ancianito paseaba por delante de casa, cada articulación de su cuerpo quedo reducida a polvo. Los martillos sirven para algo más que clavar clavos.
El día veintiuno una mujer de unos treinta años perdió la cabeza.
Ayer una adolescente con mechas rosas, tatuajes y piercings se equivocó de casa y vino buscando a un tal Toby. Me temo que Toby no volverá a verla, está tumbada en el pasillo del espejo con diez cuchillos clavados en el torso.
Solo puedo pensar en matar una y otra vez, de las formas más macabras que puedas imaginar.
Su voz me parece menos peligrosa ahora, quizás solo me quiera ayudar o quizás sea verdad que estoy matando a personas inocentes.
Tengo miedo de mi misma y de lo que puedo llegar a hacer.

jueves, 18 de abril de 2013

18/4/13

18/4/13
 
 
Querido desconocido:
 
 
Esta vez no ha sido un "sueño", esta vez ha sido de verdad.
Tengo miedo.
Esta vez la voz me ordenó salir, mis intentos de resiostirme fueron en vano.
Un muchacho de unos trece años caminaba tranquilo y despreocupado. Cogí una piedra y lo golpeé en la nuca haciendo que perdiera el conocimiento.
Lo llevé dentro, al salón. Tal y como "Nate" ordenaba retiré la estantería dejando la pared desnuda. Luego con un cuchillo hice un corte en mi mano y con mi propia sangre dibujé una enorme estrella de cinco puntas en el lienzo que la librería acababa de dejar al descubierto.
Clavé al chico sobre el pentagrama. Sí, "clavar" literalmente, por las manos y los pies.
Lo más extraño es que sentía que estaba haciendo lo correcto.
Todo era bastante macabro y no mejoró cuando el joven despertó. Entonces raje su camisa e hice una incisión en su pecho. La sangre lo salpicaba todo y tenía la vaga sensación de que me gustaba.
El sudor había empapado el pelo rojizo del muchacho y sus ojos casi negros suplicaban clemencia. Sus gritos solo me incitaron a continuar.
Su mirada se apagó, su corazón latiente reposaba en mi mano.
La realidad me golpeó, no hubo desmayo ni cicatrices.
El cadaver sigue en el salón, no me atrevo a entrar.

lunes, 15 de abril de 2013

15/4/13

15/4/13

Querido desconocido:

No puedo dudar ahora, todo apunta a él. Es su voz la que me obliga a morir una y otra vez, la que me tortura. Pero esos ojos verdes...
El demonio utilizó a mi hermano, ¿por qué no iba a utilizarlo a Nate? Quizá él solo es una víctima más.
Los sentimientos estallan en mi interior formando un torbellino de amor-odio imposible de controlar.
¡Vamos, Megan! ¡Mente fría!
No debo dejarme llevar por las apariencias. 
¿Qué estoy dicendo? ¿Qué apariencias?
Un día me lleva hasta la muerte y al siguiente me consuela y se preocupa por mi. ¿Cuál es su verdadero rostro? ¿El chico amable y risueño de la cafetería o el frío e insinuante demonio de mis visiones?
Por otro lado, mmi hermano no despierta. Además, ayer me lleve un buen susto.
Había perdido ya la esperanza cuando vi un pequeño resplandor en su frente. La marca satánica desprendía un suave brillo rojizo. 
<<Megan>>
Fui a la cocina, estaba demasiado cansada como para resistirme otra vez.
<<Hazlo>>
Llegaron los gemidos.
<<¡Ya!<<
Su voz sonaba... ¿irritada? Cogí el cuchillo
<<Hazlo>>
Contra todo pronóstico volví al salón, miré a Jake y me agaché a su lado. Dos lágrimas rodaron por mis mejillas, levanté el brazó y clavé el cuchillo en su corazón, dejó de respirar tras un último espasmo.
Maté a mi hermano. ¡A Jake! Me desmayé y cuando desperté todo seguía igual que antes del "sueño", salvo por el hecho de que un cuchillo ensangrentado reposaba en mi mano.

domingo, 14 de abril de 2013

14/4/13

14/4/13

Querido desconocido:

El dolor era terrible pero no obedecí, no he "muerto" otra vez.
No se cuanto tiempo pasó pero al cabo de un rato el dolor paró, los gemidos cesaron y su voz desapareció. No se si conseguí vencer esta batalla o si simplemente tenía mejores cosas que hacer.. Solo se que desde entonces una marca satánica se puede apreciar en mi cadera izquierda. No es muy grande, no me molesta, es como una cicatriz justo en el lugar donde quería que clavara el cuchillo que me tendía.
Mi hermano no despierta. He buscado en todos sus libros, en internet... Incluse lo embadurné con los polvos mágicos que quedaban (vale, esto último fue algo estúpido).
Nate vino a casa poco después del medio día. Un escalofrío ascendió por mi espalda pero no intenté volver a suicidarme. 
Me recorrió la cálida sensación de la primera vez cuando me besó nada más abrir la puerta.
Decí que estaba preocupado porque ni siquiera le contestaba a las llamadas. Lo más extraños fue que sus ojos esmeralda no parecían estar mintiendo, parecían simplemente los ojos de un chico preocupado.

sábado, 13 de abril de 2013

13/4/13

                                                    13/4/13

Querido desconocido:

La cicatriz de las tijeras adorna mi espalda y mi hermano en coma adorna el salón.
Lo encontré tirado en el suelo, tenía las tijeras ensangrentadas en la mano. Pesaba mucho así que lo más que pude hacer fue llevarlo hasta el sofá.
La estrella satánica surcaba su frente, bajo su flequillo moreno.
¿Una posesión? Seguramente. Y también una buena forma de librarse de uno de los mellizos de la profecía.
No está muerto por lo que no revivirá en el otro mundo pero está fuera de juego.
Ahora solo quedamos Nate y yo, en el caso de que él sea el demonio.
Un escalofrío acaba de recorrer mi espal...

viernes, 12 de abril de 2013

12/4/13

12/4/13

Querido desconocido:

¿Hasta cuando voy a seguir así? La teoría de que estoy loca palpita cada vez con más fuerza.
No le he contado nada a mi hermano, se que no me creería.
Ya no se lo que es real y lo que no. Un sueño no deja cicatrices. 
Por otro lado, las pesadillas me están pasando factura, parezco un "zombie" con mi piel pálida, profundas ojeras y los ojos inyectados en sangre.
He tenido que apagar el móvil, Nate no paraba de llamar, pero algo me insta a volver a encenderlo.
Estoy asustada, por lo que pasó ayer, la razón por la cual no te escribí.
Estaba en la cama con los cascos puestos cuando de repente la música se paró. Escuché una voz, su voz.
<<Megan>>
El escalofrío ascendió por mi espalda.
<<Aquí>>
Busqué la marca satánica con la mirada mientras inconscientemente me levantaba.
<<Ven>>
Eran susurros insinuantes, la sensación del imán volvió.
<<Ahora>>
Comencé a andar hacia el cuarto de baño y miré el espejo. Ahí estaba, los gemidos de millones de almas en pena inhundaron la habitación.
Vi unas tijeras en el lavabo y supe lo que iba a hacer.
<<Hazlo>>
Alargué la mano.
<<Ahora>>
Intenté resistirme.
<<Hazlo>>
No quería hacerlo, entonces llegó el dolor. Era como si miles y miles de agujas se clavaran en mi cuerpo.
Sentí como se clavaban las tijeras en mi espalda, justo entre los omoplatos.
Antes de despertar en mi cama pude ver el borroso reflejo de alguien en el espejo. 
Tenía los ojos azules, no, quizás verdes.

miércoles, 10 de abril de 2013

10/4/13

10/4/13

Querido desoconocido:

La he vuelto a ver, la estrella satánica, con sus cinco puntas y su resplandor rojizo.
Estaba en casa, Jake había salido. Hacía calor pero, como la primera vez, un escalofrío ascendió por mi espalda. Empecé a hiperventilar y los ojos se me llenaron de lágrimas. Algo hizo que me levantara del sofá.
<<Sube>>
Hice lo que la voz de Nate ordenaba y subí al piso superior.
<<El espejo>>
Me puse delante del gran espejo que hay en el pasillo y lo vi. 
Los gemidos de millones de almas en pena inhundaron todo pero la voz seguía oyendose clara y firme.
<<Rómpelo>>
Cogí lo primero que vi (un florero) ehice añicos el espejo. Como movida por un resorte me agaché y cogí el trozo de cristal más afilado que encontré.
<<Hazlo>>
 Alcé mi mano izquierda y vi mi muñeca desnuda.
<<Ahora>>
Localicé la vena.
-Hazlo...
Y como la primera vez, tras esta orden susurrada clavé el cristal en mi carne, ascendiendo, dibujando una línea de sangre. Sentía como se me escapaba la vida, me caí y perdí el conocimiento.
He despertado en el sofá, Jake no está. He subido pero el espejo y el florero están intactos.
¿Un sueño? No. Al mirar mi muñeca izquierda he sabido que no lo he soñado. Una cicatriz surca un trozo de mi antebrazo, justo donde clavé el cristal, ascendiendo, dibujando una línea de sangre.