martes, 26 de marzo de 2013

26/3/13

                                           26/3/13

Querido desconocido:

Estoy muerta, no quiero decir "muy cansada", quiero decir muerta, literalmente.
Y tú te estarás preguntando ¿qué hace una muerta escribiendo un diario? Bien, no lo se. Supongo que necesito contárselo a alguien, los fantasmas también tenemos sentimientos.
Quizás no me he explicado muy bien, es dificil explicar algo que ni siquiera tu entiendes. Creo que no soy un fantasma en si, o al menos no me siento como tal.
Te estoy liando ¿verdad? Empezaré por el principio.
Ver a mi hermano en el espejo me afectó bastante, no pude dormirme hasta bien entrada la noche. Como me dormí llorando, cuando desperté parecía un "zombie" con la cara pálida (más de lo habitual) y los ojos hinchados. Papá pensó que estaba enferma y me mandó de vuelta a la cama.
-Te prepararé mi desayuno especial para enfermos.-dijo mientras me llevaba de nuevo a mi habitación.
En realidad no tenía de que quejarme, su desayuno especial consistía en un chocolate caliente con nata montada y una rama de canela y tortitas con sirope. Delicioso.
Lo que me encanta de mis padres esque saben cuando necesito estar sola y cuando necesito un abrazo sin necesidad de que les cuente nada. Mi padre me miró, sonrió y me estrecho entre sus brazos. Tras susurrar un "te quiero", me dio un beso en la mejilla y se marchó.
Cuando me terminé las tortitas y la taza de chocolate (tardé bastante porque estaba ardiendo y me quemé la lengua) fui al baño a lavarme los dientes. Allí estaba de nuevo en el espejo.
-Ayúdame, renacuaja. -dijo como la otra vez.
Pensaba reprocharle los sustos y la descortesía pero no me salían las palabras. Asentí casi sin darme cuenta.
-¿Qu-qué ocurre? ¿Qué tengo que hacer?-conseguí articular.
-Te lo explicaré cuando hayas cruzado,renacuaja, confia en mi.
Me sentía estúpida confiando en un espejo pero no tenía nada que perder, volví a asentir.
-Debes morir - mi cara debía de ser un poema - , confía en mi.
Y confié.
No se en que estaba pensando cuando bajé a la cocina en busca de un cuchillo, cuando lo clavé en mi pecho ignorando los gritos de mi padre y el llanto de mi madre. Solo se que de pronto me sumí en la más profunda oscuridad.
Escuchaba una voz muy lejana gritando mi nombre, sonaba cada vez más fuerte. Abrí los ojos, me encontraba tumbada en el suelo de la cocina, el cuchillo seguía en mi mano pero no había rastro de sangre. Intenté incorporarme y encontré ayuda en unos brazos fuertes, alcé la vista y nuestras miradas se encontraron. Jake.
No somos fantasmas, abracé a Jake durante al menos una hora y sentía su corazón y su pecho llenándose de aire.
Jake dice que estamos en un mundo paralelo. Es como si el mundo se reflejara en un espejo pero quien vive en un mundo debe estar muerto en el otro. Muy pocos conocen esta verdad (creo que solo Jake y yo). Dice que cuando una persona muere en el otro mundo vuelve a nacer aquí y su vida comienza desde cero. No es la misma vida otra vez pero no es una reencarnación porque es la misma persona, solo que no recuerda su vida anterior.
¿Por qué nosotros somos diferentes? ¿Por qué necesitaba mi ayuda? Se lo he preguntado un millón de veces.
-Es demasiada información por hoy, renacuaja.- dice, sonrie y me acaricia el pelo cariñosamente.
Me gustaría enfadarme con el pero me es imposible.