miércoles, 10 de abril de 2013

10/4/13

10/4/13

Querido desoconocido:

La he vuelto a ver, la estrella satánica, con sus cinco puntas y su resplandor rojizo.
Estaba en casa, Jake había salido. Hacía calor pero, como la primera vez, un escalofrío ascendió por mi espalda. Empecé a hiperventilar y los ojos se me llenaron de lágrimas. Algo hizo que me levantara del sofá.
<<Sube>>
Hice lo que la voz de Nate ordenaba y subí al piso superior.
<<El espejo>>
Me puse delante del gran espejo que hay en el pasillo y lo vi. 
Los gemidos de millones de almas en pena inhundaron todo pero la voz seguía oyendose clara y firme.
<<Rómpelo>>
Cogí lo primero que vi (un florero) ehice añicos el espejo. Como movida por un resorte me agaché y cogí el trozo de cristal más afilado que encontré.
<<Hazlo>>
 Alcé mi mano izquierda y vi mi muñeca desnuda.
<<Ahora>>
Localicé la vena.
-Hazlo...
Y como la primera vez, tras esta orden susurrada clavé el cristal en mi carne, ascendiendo, dibujando una línea de sangre. Sentía como se me escapaba la vida, me caí y perdí el conocimiento.
He despertado en el sofá, Jake no está. He subido pero el espejo y el florero están intactos.
¿Un sueño? No. Al mirar mi muñeca izquierda he sabido que no lo he soñado. Una cicatriz surca un trozo de mi antebrazo, justo donde clavé el cristal, ascendiendo, dibujando una línea de sangre.