martes, 9 de abril de 2013

9/4/13

9/4/13

Querido desconocido:

Soy libre, si esque alguna vez he sido prisionera.
Ya no estoy tan segura de que Nate sea un demonio pero la sensación sigue ahí, no puedo seguir confiando en él.
Fue él mismo quien me dijo que volviera, que mi hermano y "mi tía" estarían preocupados. Por cierto, no me quitó el móvil, estaba debajo del sofá. 
¿Será alguno de sus juegos diabólicos para volverme loca? ¿Estoy loca ya? No lo se, es muy probable.
Cuando llegué a casa Jake me abrazó con fuerza. Su pelo estaba revuelto y sus ojos inyectados en sangre, las lágrimas corrían por sus mejillas. La culpabilidad me inundó y no puede evitar llorar yo también cuando me dijo: "pensé que te había perdido, renacuaja."
Si yo fuera él me habría pegado una buena bofetada pero se limitó a abrazarme, preguntar donde había estado y examinar mi estado de salud una y otra vez.
-No vuelvas a hacerme esto, renacuaja, acabo de recuperarte.
Se me partió el corazón y le conté lo de Nate.
Como era de esperar me ha prohibido volver a verlo pero solo ha conseguido fortalecer el sentimiento del imán.
Esta noche volveré a dormir abrazada a mi hermano como cuando era niña. Lo necesitaré cerca cuando me ataquen las pesadillas.