domingo, 24 de marzo de 2013

24/3/13

24/3/13

Querido desconocido:

Mi nombre es Megan, tengo dieciseis años. Soy rubia pero, como siempre tengo que ser diferente, al contrario que el resto de mi familia tengo los ojos castaños. Mi piel es demasiado pálida para mi gusto aunque mi madre dice que me hace ver refinada y elegante. Nunca he llegado a entenderla.
De mi cuerpo decir que es normal. Vale que no tengo un cuerpo 90 60 90 a lo super-modelo, y sinceramente me alegro porque son todo piel y huesos, pero tampoco estoy gorda, aunque la sociedad no piense lo mismo. Todos dicen que tengo cara de niña pequeña, creo que las millones de odiosas pecas que salpican mi nariz y la parte superior de mis pómulos han contribuido a esa imagen.
Soy una chica solitaria. Debido al trabajo de mi padre tenemos que mudarnos a menudo pero aunque tuvieramos un hogar fijo no creo que las cosas fueran diferentes. Odio la compañía.
Nos acabamos de mudar a Londres. Mi madre, Jane, dice que es la definitiva pero siempre dice lo mismo, aunque esta vez espero que lleve razón. Londres es perfecta. Niebla, lluvia, frío... Llámame rara pero me encanta el "mal tiempo" y ya me encantaba antes de que llegaran los denominados "Hipsters".
Mi familia es londinense pero cuando Jake y yo nacimos mis padres estaban de viaje en Irlanda.
La primera y última vez que estuve en Londres fue para el entirro de mi hermano hace dos años.
Jake era mi mellizo y la única compañía que soportaba. Desde su muerte he sido aún más retraida que antes.
Recordarle me ha hecho brindarle a la luna otra lágrima más, ahora solo te tengo a ti.
He intentado escribir muchos diarios a lo largo de mi vida . A veces por moda, otras por capricho...pero nunca duraba muhco. Escribía un día, dos, tres, al cuarto se me olvidava y volvía a escribir tres meses después.
He decidido que no tengo que hablar con nadie de como me siento, tan solo acumular tensiones, guardar silencio y desahogarme plasmándolo todo en el papel. Esta vez será de verdad.
Siempre me ha gustado escribir y me siento bien después de hacerlo.
No quiero contar mis problemas a nadie y escribirlos en un viejo cuaderno me parece una gran idea. Será como escribir cartas a un desconocido, cartas que nunca recibirá. Si no eres ese destinatario desconocido ya puedes dejar de leer. Se que suena estúpido porque puede que ni siquiera me entere de que lo has leido o, incluso puede que yo ya esté muerta, pero si te queda un poco de sentido común, conciencia y respeto a la intimidad soltarás el cuaderno donde estaba.
Dicho esto supongo que tengo que empezar, no se muy bien como hacerlo pero a ver que tal así.