sábado, 6 de abril de 2013

6/4/13

6/4/13

Querido desconocido:

Siento no haber escrito antes pero las circunstancias no me han dejado hacerlo. Es largo de contar.
Mi hermano seguía sin aparecer y a eso de las once de la noche decidí salir a buscarlo. 
Recorrí la ciudad de arriba a abajo pero nada. Cuando amaneció aún seguía en la calle, fui al hotel con la esperanza de que hubiera vuelto pero no era así.
Entonces se me ocurrió: ¡las iglesias!
Visité todas las parroquias de Sevilla, estaba a punto de abandonar cuando vi una pequeña iglesia abandonada.
Escuchaba una voz en mi cabeza.
<<Sube>> <<Sube>> - decía la voz melosa e insinuante.
La había escuchado antes pero no conseguía ubicarla. 
Sentí como si una corriente electrica me recorriera de arriba a abajo, como cuando besé a Nate. No, aquella vez fue cálida y agradable, esta era fría y estremecedora. Como atraída por un imán comencé a subir por una pequeña escalera hacia el campanario. 
Por fuera la torre parecía más pequeña, cuando llegué arriba me dolía todo. La voz siguió sonando incansable hasta que pisé el último escalón, entonces todo quedó en silencio.
No se que hora sería pero el sol estaba alto y brillaba con fuerza. Estaba sudando pero un escalofrío ascendió por mi espalda.
Algo me hacía moverme hacía adelante, hacía la barrandilla, hacia el abismo. Me asomé al vacío y vi un gran pentagrama en el suelo, ¿estaba allí cuando llegué? No. Estoy segura.
La estrella satánica desprendia un suave brillo rojizo, casi fantasmal. El sol se ocultó tras una nube y el silencio fue roto por lo que parecía los gemidos de millones de almas en pena.
El frío era cada vez más intenso, mis manos agarraron la barandilla con fuerza, me preparé para saltar.
<<Salta>>
Algo dentro de mi me dijo que no escuchara.
<<Ahora>>
Intenté resistirme.
-Salta... - esta última orden susurrada a mi oido me dio el empujón necesario.
Salté.
Lo último que recuerdo es haber visto unos ojos azules, no, verdes, antes de despertarme en la cama del hotel. 
Jake dormía a mi lado.