domingo, 14 de abril de 2013

14/4/13

14/4/13

Querido desconocido:

El dolor era terrible pero no obedecí, no he "muerto" otra vez.
No se cuanto tiempo pasó pero al cabo de un rato el dolor paró, los gemidos cesaron y su voz desapareció. No se si conseguí vencer esta batalla o si simplemente tenía mejores cosas que hacer.. Solo se que desde entonces una marca satánica se puede apreciar en mi cadera izquierda. No es muy grande, no me molesta, es como una cicatriz justo en el lugar donde quería que clavara el cuchillo que me tendía.
Mi hermano no despierta. He buscado en todos sus libros, en internet... Incluse lo embadurné con los polvos mágicos que quedaban (vale, esto último fue algo estúpido).
Nate vino a casa poco después del medio día. Un escalofrío ascendió por mi espalda pero no intenté volver a suicidarme. 
Me recorrió la cálida sensación de la primera vez cuando me besó nada más abrir la puerta.
Decí que estaba preocupado porque ni siquiera le contestaba a las llamadas. Lo más extraños fue que sus ojos esmeralda no parecían estar mintiendo, parecían simplemente los ojos de un chico preocupado.

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